En una revista leía que un niño le había consultado a un sacerdote joven si debía decir siempre la verdad. Y, a decir verdad, yo opino a medias sobre este tema.
Porque a veces para dañar usamos la verdad y es en la mentira a medias donde realizamos un acto de piedad.
Releyendo algunos cuentos de un libro que tengo hace tiempo encontré un ejemplo de esas mentiras que me gustan... aquí va:
"Dos hombres, ambos enfermos de gravedad, compartían el mismo cuarto semiprivado del hospital.
A uno de ellos se le había indicado que se sentara por la tarde para drenar el líquido de los pulmones.
Mientras lo hacía miraba por la ventana y relataba a su compañero, inmóvil, el bello lago que veía. Los patos y cisnes y los enamorados que paseaban por las diminutas callecitas que lo bordeaban.
El hombre acostado lejos de la ventana imposibilitado de moverse aguardaba con verdadero interés el relato de su compañero en ese escaso tiempo de la tarde en que se sentaba.
Una mañana, la enfermera, se encoentró con el cuerpo sin vida del hombre que estaba cerca de la ventana.
Su compañero, con mucha tristeza, pidió que lo colocaran cerca de la ventana. Le agradeció a la enfermera el esfuerzo y luego que ella se retiraba con sumo cuidado y con mucho dolor, se asomó a la ventana.
Sólo se veía un muro gris y sucio en la pared de enfrente...
La enfermera le comentaría luego que nunca habría podido verlo porque era ciego.
El hombre sonreía...
El cuento original se llama "Regala tu alegría" y se encuentra en el libro "Con los pies en la tierra y el corazòn en el cielo" de David Lifar. Se mantuvo la idea original pero por un tema de espacio poco o nada de su relato original.
Espero que haya servido para compartir la idea de, no se si mentir, pero al menos, no siempre decir la verdad.
Un abrazo!
Nora
El amor de humanidad es el único válido. Y en este cuento queda demostrado.
Pasa por mi casita a retirar un regalo navideño para ti. Cuando lo desees. Siempre sos bienvenida amiga pariente de la paz.
un abrazo de luz
un gran cuento me he encontrado muchas gracias. el hombre necesita vivir de algo y en esta historia uno se aferra a la vida mediante lazos indelebles de amistad.
El hombre veía con los ojos del alma,que son los verdaderos ojos.
Un saludo.
Hola Nora,
Estoy muy de acuerdo contigo en que a veces es mejor no decir todo.... es bueno saber callar...
y que es mejor pintar la realidad, como en este cuento maravilloso...
Hay verdades que a veces es mejor callar, para no herir...
Creo que ahi entra la COMPASION!
NO se si te acuerdas de la Pelicula "DO DES CA DEN" DE Akiro Kurasawa, alla por los 70 y pico,
Se trataba de un Hombre que vivia en una villa de emergencia con su hijo. El padre pintaba al ninio la realidad de colores muy lindos. Le daba esperanzas en que las cosas podian ser como el ninio se las imaginara...con solo desearlo mucho.
(El nombre de la pelicula era el sonido del tren que pasaba cerca de la villa, que el, chico repetia al jugar).
Bueno, esa pelicula la vi en un momento terrible de mi vida y me marco de alguna manera...
Creo que me hizo pensar en aquel entonces, en que nada es tan negro que no podamos salir de ello... y que en virtud del uso que le dieramos a nuestros recursos internos, podriamos ser capaces de reescribir nuestra historia....
En fin.... tu post me trajo muchas asociaciones pero por sobretodo, esperanza. Esperanza en que nosotros, podemos ser mejores con solo recrear nuestra realidad...ad infinitum.
Un calido abrazo
Gracias gente linda por sus comentarios!!
Gracais Myr por la peli, no la vi. La tendré en cuenta.
Yo vi hace poco "El laberinto del Fauno" donde también los sueños acompañan una realidad espantosa.
Un abrazo inmenso para todos!
Nora
Hola Nora:
Visité tus blogs, y todos son bellos, y tantas cosas que podemos hablar de Dios, de este ser único, perfecto verdarero, amoroso y misericordioso.
Dios te siga bendiciones con muchos dones amiga.
¿Qué es verdad y qué mentira???
Si a veces lo que suponemos una verdad absoluta con el tiempo se desvanece...
Abrazos,
Lidia